Páginas

sábado, 2 de julio de 2016

Shame

Es frustrante. Intentar luchar a cada segundo contra ti misma. Intentar mejorar, sacrificar cada segundo a un objetivo y acabar por caer de nuevo en tu propia naturaleza. Sentir que la voluntad no lo puede todo, que estás abocada al fracaso y a la decepción. ¿Soy mejor que antes? A veces creo que sí, otras veces me vuelvo a sentir como al principio. Intentar mejorar y saber que no avanzo tanto como espero me destroza y me hace infeliz, pero darme por vencida me hace sentir vergüenza de mí misma. Y ese sentimiento sí que no lo soporto.